Descubre las propiedades de la naranja: una guía para una vida más saludable
Las propiedades de la naranja son muchas y variadas. La naranja es una fruta deliciosa que no solo es un placer para el paladar, sino que también está repleta de nutrientes esenciales y beneficios para la salud. En este artículo, exploraremos a fondo las propiedades de la naranja, desde sus beneficios para la salud hasta sus diversos usos culinarios.
Todos o casi todos conocen su aporte en vitamina C, pero no todo está en las vitaminas. Sus propiedades son tantas que resulta difícil que una sola naranja pueda ser tan aprovechada.
El origen de la naranja
De origen asiático e introducida en la Península Ibérica en el siglo X por los árabes, esta deliciosa fruta es, según el informe alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la fruta más consumida en España.
Imprescindible en cualquier despensa, la media de consumo de esta fruta alcanzó durante ese año los 17 Kilos por persona, superando con un amplio margen al plátano y a la manzana, las otras dos frutas que completan el pódium de las frutas frescas más consumidas.
A su agradable sabor y a la posibilidad de tomarla directamente o bien mediante zumo, hay que sumarle una gran variedad de propiedades y beneficios que hacen altamente recomendable la incorporación de esta extraordinaria fruta en nuestra dieta.
La naranja: beneficios y propiedades
Quizá uno de los beneficios más conocidos y que más se asocia al consumo de naranjas es que es idóneo para combatir resfriados y procesos gripales. También es aconsejable para problemas de carácter respiratorio e infecciones provocadas por herpes, ya que tienen la capacidad de aumentar las defensas, mejorando nuestra inmunidad.
El calcio y la Vitamina C que aportan las naranjas son capaces de reforzar las articulaciones y reducir la artrosis y la artritis, por lo que su consumo es indicado también para aquellas personas que deseen proteger sus huesos.
Si lo que preferimos es exprimir la fruta y tomarla en un zumo, encontraremos un gran aliado para nuestro aparato digestivo, ya que de esta manera facilitamos la asimilación de los nutrientes y favorecemos el proceso de la digestión. También es recomendable para el estreñimiento debido a que, aunque no demasiado, actúa como un laxante. Por su contenido en potasio, también es indicado para los hipertensos.
Gracias a los esteroles, un compuesto que podemos encontrar en otras frutas, el zumo de naranja también reduce los niveles del “colesterol malo”o LDL. Por su parte, el magnesio, no solo facilita la circulación sanguínea, sino que es perfecto para evitar problemas cardiovasculares, varices y hemorroides.
El consumo de naranja, debido a sus propiedades alcalinizantes, ayuda a la depuración de la sangre e impide la formación de piedras en el riñón, ya que es capaz de disolver los ácidos. En este sentido son depurativas, puesto que facilitan la eliminación del ácido úrico.
Para aquellos que son diabéticos, la naranja es recomendable siempre y cuando sea mediante una ingesta controlada, y es que aunque contiene azúcares, estos tardan en pasar por la sangre.
Propiedades nutritivas de la naranja
La naranja destaca por tener un alto contenido de agua (89 de cada 100), por su elevada Vitamina C (casi 52 mg por cada 100 gramos) y por su baja aportación calórica. También es rica en ácido fólico y en algunos minerales como el calcio, el magnesio o el potasio, mientras que otros minerales como el zinc, el hierro, el sodio o el selenio también aparecen en menor cantidad.
El beta-caroteno, también presente en muchas otras plantas y frutas, le otorga su faceta antioxidante. Mientras, la cantidad de fibra (hasta 2,4 gramos), se concentra en tres partes, en la pulpa, en la piel y en la parte blanca que hay entre ambas.
Las naranjas también son ricas en ácido cítrico, que actúa como un potenciador de la vitamina C, así como en otros ácidos como el tartárico, el oxálico y el málico, que son los encargados de darle sabor a la fruta. Las naranjas también contienen nutrientes como los hidratos de carbono, puesto que contienen fructosa (un azúcar de fácil asimilación). De hecho, su aporte calórico no es muy elevado.
La fruta naranja posee una gran variedad de vitaminas como la B1, B2 y B9, así como proteínas (0’94 gramos) y una cantidad mínima de grasas (0’12 gramos).
Propiedades de la cáscara de naranja
De la naranja podemos aprovechar hasta su cáscara. Y es que puede llegar a sorprendernos la gran diversidad de propiedades y nutrientes que tiene la piel de naranja y que pueden ser realmente beneficiosas para nuestra salud.
Tomada en infusión, la cáscara de naranja es un buen remedio para problemas intestinales y de estómago. Su alto contenido en flavonoides y fitonutrientes actúa como un antiinflamatorio, permitiendo una digestión mucho más cómoda. Rica en vitamina C, la piel de la naranja también es idónea para proteger nuestro sistema inmune. Mientras que sus antioxidantes la hacen recomendable para afrontar problemas respiratorios como el asma, la gripe, el resfriado e incluso el cáncer de pulmón.
Su contenido en hespeditina reduce la grasa almacenada en la sangre, facilitando su eliminación, por lo que su consumo es recomendable para prevenir o rebajar los índices de colesterol. Además, las limonoides, también presentes en otros cítricos, no sólo ayudan a combatir el propio colesterol, sino que ayudan a prevenir diversos tipos de cánceres.
Por su bajo aporte calórico y su contenido en fibra, también facilita la limpieza de nuestro organismo y crea una sensación de saciedad que ayuda a reducir la ingesta de alimentos y, por tanto, de calorías. La cáscara de la naranja también se asocia a la prevención y tratamiento de otros problemas relacionados con la salud dental o desequilibrios hormonales, incluso posee propiedades sedantes que pueden ayudarnos a conciliar el sueño.
Propiedades de la naranja para la piel
El consumo de naranja, por su alto contenido en vitamina C, ayuda a prevenir enfermedades e infecciones que pueden afectar también al estado de nuestra piel. El calcio, presente también en la naranja, actúa como regenerador natural de la piel.
Pero es la cáscara de la naranja la que puede proporcionarnos mayores beneficios para la piel. Al contener antioxidantes, no sólo es capaz de rejuvenecer la piel, sino que además previene el deterioro de sus células.
También la cáscara funciona como un exfoliante natural, limpiando y protegiendo la piel y eliminando los puntos negros y las espinillas, manteniendo la piel limpia y sana. Por otra parte, también es recomendable para manchas provocadas por los rayos del sol.
Finalmente, existe una gran cantidad de productos cosméticos que incorporan la naranja entre sus ingredientes. Cremas, aceites especiales o champús dan muestra del enorme potencial que tiene esta fruta. Ahora ya sabes que las propiedades de las naranjas pueden sernos de gran ayuda. Y tomada de muy diferentes formas.
Usos culinarios de la naranja
Lo que poca gente conoce es de los usos de la naranja en la cocina. A continuación repasamos algunos usos que le podemos dar a la naranja, mucho más allá de los zumos:
- Ensaladas: Las rodajas de naranja añaden un toque de dulzura y frescura a las ensaladas verdes, combinando muy bien con ingredientes como espinacas, nueces y queso feta.
- Postres: Un ingrediente versátil en la repostería, utilizadas en bizcochos, tartas, y cremas, agregando un sabor cítrico y una humedad natural.
- Salsas y aderezos: Quizás el uso más desconocido. El jugo de naranja se puede usar como base para salsas agridulces o como parte de aderezos para ensaladas y marinados de carne.