La poda del naranjo, cuando y como realizarla
La poda del naranjo, al igual que ocurre con otros árboles o arbustos que encontramos a lo largo de nuestra geografía, es una práctica que los agricultores vienen realizando prácticamente desde los inicios de la comercialización de la naranja.
El sentido de la poda de naranjos no es más que la búsqueda de un mayor rendimiento del árbol a través de una reducción de su ramaje. Una labor cuyo resultado genera una madera más fuerte que se traduce en una mayor calidad y cantidad de sus naranjas.
¿Cuándo se podan los naranjos?
En primer lugar, antes de explicar en qué consiste la técnica de esta práctica, resulta necesario determinar cuál es la mejor época para podar los naranjos. No se trata de un tema menor, puesto que esta cuestión siempre ha generado un amplio debate entre los propios agricultores.
La temperatura es el factor más determinante a la hora de elegir el tiempo de poda de naranjos. Salvo excepciones, la mejor poda es aquella que se realiza cuando la actividad del árbol es menor, un aspecto estrechamente ligado con la temperatura. Por lo tanto no hay un mes de poda del naranjo como tal.
Este periodo de baja actividad del naranjo suele darse al principio de la primavera o al final del verano, siendo por tanto este el tiempo ideal para realizar la poda.
Sin embargo, la temperatura no es el único factor a tener en cuenta, también es relevante la edad que presentan los árboles. En los naranjos más jóvenes, son muchos los agricultores que podan en cualquier época del año, si bien es recomendable (al igual que en los naranjos adultos) evitarlas en aquellos meses o semanas que puedan producirse las heladas.
Otro consejo importante es evitar la poda en la época en el que el naranjo está en plena floración o se encuentra generando sus frutos, puesto que es en estos momentos cuando su actividad es mayor.
Cómo se poda un naranjo y con qué frecuencia hay que hacerlo
La frecuencia con la que se realizan las podas es un aspecto que en ocasiones varía en función de la ubicación en la que se encuentran los campos.
Aunque no hay una regla general , es aconsejable realizarlas anualmente, puesto que de esta manera se evitan heridas más profundas en el árbol y se reduce al mismo tiempo el trabajo para el próximo año.
Pero si hay un aspecto que genera debate para dilucidar como se hace la poda del naranjo, es decir, cuantas ramas hay que podar. Lo habitual es realizar una poda ligera o muy ligera (salvo en podas regenerativas), puesto que el naranjo, al igual que el resto de cítricos, es un árbol de hoja perenne por lo que quitarle ramas equivale a eliminar parte de sus reservas.
Tipos de poda del naranjo
La intensidad en la que se poda un naranjo puede ser muy diversa en función de las características que presenta el mismo. En este sentido, hay que diferenciar entre la poda de formación del naranjo y las podas regenerativas o de limpieza.
La primera es una poda que se ejecuta durante los primeros años del naranjo y consiste en dejar 3 o 4 ramas fuertes que servirán para formar la estructura del árbol. En ocasiones, es preferible quitar (en estos naranjos jóvenes) pocas ramas, mientras que en otras hay agricultores que optan por dejar el tronco lo más bajo posible con el objetivo de facilitar la recogida del fruto y otras labores.
Un aspecto a tener en cuenta es que en las podas formativas hay que eliminar aquellas ramas que dificultan la penetración del aire en el interior del árbol.
En cuanto a las podas regenerativas o poda de rejuvenecimiento de naranjo, indicadas para naranjos adultos, estas consisten en eliminar una parte importante de su ramaje, de manera que se produzca una renovación en un árbol que presenta signo de agotamiento debido al paso del tiempo.
Recomendaciones para la poda del naranjo
Quitar ramas que se encuentren cerca de tocar el suelo o que lo hayan rozado o estén a punto de hacerlo no solamente necesario sino que facilita el resto de labores que giran en torno al naranjo. También es importante eliminar aquellas ramas que cuenten con secas o rotas.
Por otra parte, hay que tratar de realizar la poda eliminando aquellas ramas que produzcan un exceso de ramaje en el centro del árbol y quitar los famosos “chupones del naranjo”, que son aquellas ramas que miran al cielo y absorben la mayor parte de la energía del árbol.
Por último, es recomendable realizar un pequeño repaso del árbol en los meses posteriores a la poda principal con el fin de quitar aquellas ramas que presenten un mal estado y que no hayamos quitado en la primera poda.
Francamente muy detallado pero en mi caso que solo tengo un naranjo y un mandarino recién plantado y un limonero necesitaría algunos detalles más como se le han caído muchas hojas etc. Un saludo Gracias